Cuando invertimos en un buen colchón, estamos invirtiendo en nuestra salud; y es que nuestro rendimiento diario depende de haber descansado como es debido.
Descansar es una de las necesidades del cuerpo humano, pues cuanto más profundo y sin interrupciones sea el dormir, mayor será el efecto reparador y renovador del sueño. Hay varias causas que evitan obtener un sueño de calidad interrumpiendo la fase del sueño. Una de ellas es la presión que ejerce la superficie de descanso sobre nuestro cuerpo, hasta el punto de obligarnos a cambiar de postura una y otra vez.
Ese movimiento provoca un microdespertar que nos hace salir de la fase de sueño profundo. Es por esta razón que la adaptabilidad de algunos materiales eliminan la presión de la superficie de descanso sobre el cuerpo, permitiendo mantenerse más tiempo en la fase óptima del descanso.